Carboxiterapia: qué es y cómo puede ayudarme. Artículo escrito por la Doctora Sabela Paradela, Dermatóloga en la Clínica WS en Coruña.
¿Qué es la carboxiterapia?
La carboxiterapia es la administración de gas carbónico con fines terapéuticos y estéticos, por vía subcutánea o transcutánea. También se denomina carboinsuflación.
Es una técnica invasiva, por lo que debe ser aplicada por un médico experimentado, que variará el plano de administración, el flujo de salida del gas y el volumen administrado según el objetivo del tratamiento.
¿Qué es el dióxido de carbono o CO2?
Es un gas a temperatura ambiente y en condiciones atmosféricas normales, atóxico. Inerte, no inflamable ni embolígeno, se comercializa en condiciones de alta pureza.
Es un producto de la respiración celular, se elimina en gran parte por los pulmones y, en menor cantidad, por vía renal, perdurando su efecto vasodilatador local.
Estas propiedades permiten que se utilice también como contraste radiológico y en cirugía laparoscópica a grandes volúmenes.
¿Cómo actúa la carboxiterapia?
La carboxiterapia pesenta dos formas de acción dependientes entre sí:
1. Efecto bioquímico o farmacológico (independiente de la velocidad de infusión o flujo):
1.1 Vasodilatación de la microcirculación: el CO2 es una molécula apolar que difunde en medios hidrófobos e hidrofílicos. Como el agua es ligeramente electronegativa, cuando se combina con el CO2 forma gas carbónico (HCO3) y libera H+ que disminuye el pH. La acidosis del medio produce dos efectos:
1.2 Estimula los receptores beta-adrenérgicos del músculo liso de la microcirculación, se produce una vasodilatación y un aumento de flujo sanguíneo en la zona tratada. Esto conlleva un aumento en la llegada de hemoglobina con oxígeno, de temperatura y de metabolismo celular.
1.3 Provoca una respuesta inflamatoria aguda (72hr), que no sólo estimula receptores parasimpáticos que liberan acetilcolina y favorecen la vasodilatación sino que, además, produce la migración de células inflamatorias que fagocitan detritus, sintetizan colágeno y elastina, mejoran la contracción del tejido y liberan factores de crecimiento.
1.4 Hiperoxigenación tisular: al inyectar CO2 en una zona localizada, aumenta la presión parcial de CO2 y se potencia el efecto Bohr (la afinidad de la hemoglobina por el O2 es inversamente proporcional a la acidez el medio y a la concentración de CO2), por lo que se libera gran cantidad de O2 en los tejidos tratados.
1.5 Neoangiogénesis o aumento de vascularización: como la presión del gas que entra colapsa las paredes de las vénulas, el CO2 permanece más tiempo en el tejido y la vasodilatación puede durar de 7-15 días. La hipercapnia o exceso de CO2 promueve la liberación de factores de crecimiento locales, la formación de nuevos vasos y mejorando aún más la perfusión tisular.
1.6 Aumento del drenaje linfático.
1.7 Aumento y reorganización de las fibras de colágeno y elastina.
1.8 Modulación de la respuesta inflamatoria.
1.9 Lipólisis oxidativa fisiológica.
2. Efecto mecánico ( con flujo >50-60 ml/min).
La presión ejercida para infiltrar CO2 en los tejidos comporta una laceración controlada de los tejidos con ruptura de las membranas de los adipocitos (células del tejido graso), despegamiento de tejidos blandos y ruptura de tejido fibrótico.
A partir de la segunda semana del tratamiento, esta separación de planos produce una respuesta regenerativa con transformación de fibroblastos en miofibroblastos que se contraen y producen colágeno no fibrótico (no cicatricial) y contracción de la zona tratada que será más evidente a partir del primer mes.
¿Cuál es la técnica de aplicación?
Se utiliza una aguja de 30G con el bisel hacia arriba.
Según el grado de inclinación se alcanza un plano de aplicación, se potencia un mecanismo de acción y se consigue un efecto diferente:
- Plano superficial o de mesoterapia (30º): intradérmico para efecto farmacológico vasodilatador. Se introduce solo el bisel de la aguja cada 2cm., observando un área de blanqueamiento seguida de hiperemia (enrojecimiento).
- Plano intermedio o de enfisema (45º): para efecto mecánico, al provocar el despegamiento de la dermis y el tejido celular subcutáneo e iniciar el proceso de cicatrización. El objetivo es lograr retracción de la piel.
- Plano profundo, clásico o de lipólisis (90º): para efecto farmacológico y mecánico de lipólisis.
Indicaciones:
Se ha utilizado por su efecto sobre la microcirculación en arteriopatías periféricas, úlceras por insuficiencia vascular, síndrome de Raynaud, en el perioperatorio de cirugías en las que se realice una reconstrucción con injerto cutáneo y disfunciones eréctiles. Por su efecto analgésico y antiinflamatorio, también se ha aplicado en enfermedades dolorosas del aparato locomotor.
En dermatología y medicina estética, se utiliza en adiposidades localizadas, celulitis, flacidez, cicatrices, estrías, alopecia y rejuvenecimiento de la cara, cuello, escote y manos.
Contraindicaciones:
No se recomienda su uso en enfermedades sistémicas en las que no hay una buena relación de gases (CO2/O2), como la epilepsia, hipertensión arterial no controlada, flebitis, infección o inflamación local, algunas valvulopatías, insuficiencia renal/hepática/cardiaca y/o respiratoria, enfermedad cerebrovascular grave, embarazo o anemia grave.
Tampoco en pacientes con cáncer activo o si usan inhibidores de la anhidrasa carbónica (acetazolamida o diclofenamida). En los fumadores es menos eficaz porque su presión parcial basal de CO2 ya es bastante alta.
Efectos secundarios:
Según el grado de sensibilidad, los pacientes pueden presentar dolor a la punción y difusión de gas apor los tejidos, enrojecimiento/eritema, edema o sensación de calor local, hematoma en los puntos de punción (favorecido por la vasodilatación, que desaparecen entre 1-2 semanas), riesgo de infección, crepitación secundaria al enfisema (se resuelve en media hora), pesadez o aumento de volumen en la zona tratada.
Protocolos:
Los resultados dependen de la presión parcial de CO2, la presión de inyección, la velocidad de flujo, la temperatura del gas, el peso del individuo, el sexo (más eficaz en mujeres) y el número y frecuencia de las aplicaciones.
La respuesta inflamatoria aguda dura 3 días como máximo y la vénula postcapilar se empieza a dilatar a las 72 horas, por lo que el intervalo ideal entre sesiones es de 3 días para prolongar la respuesta inflamatoria. Como normalmente es imposible una frecuencia tan alta, se realizan 1-2 sesiones semanales.
Conclusión
En resumen, la carboxiterapia es una técnica invasiva bien tolerada, fisiológica, versátil, asequible, segura y con pocas contraindicaciones.
La experiencia en su uso y el estudio histopatológico de los tejidos tratados avala su eficacia como alternativa terapéutica y como coadyuvante en muchos tratamientos médicos y estéticos.
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- Lombardo Martínez MA y Dutra Gontijo Moura P. Carboxiterapia. En: Vidurrazaga, Esparza, Deltell, Amselem. Medicina estética: abordaje terapéutico. Editorial médica Panamericana SA, 2011; p. 209-217.
AGRADECIMIENTOS:
- A la Doctoras Iratxe Diaz Aguayo y Ana la Huerta por su colaboración y enseñanza.