Las somatizaciones cutáneas son un problema real, que afecta a muchas personas.
El concepto de somatizar tiene que ver con expresar un problema más bien emocional a través de síntomas físicos. Ejemplos de ello serían los pacientes con picores o caída de pelo, por ejemplo, que realmente refieren estrés.
Aunque la cultura popular habla con ligereza de este tipo de cuestiones, lo cierto es que los síntomas son completamente reales y, por tanto, motivo de consulta a nuestros dermatólogos en Coruña.
¿Por qué son un problema las somatizaciones cutáneas?
El principal problema que suponen las somatizaciones cutáneas es que no es posible diferenciarlas sin un diagnóstico experimentado.
Esto quiere decir que, aunque el paciente sospeche que la causa no es orgánica, lo cierto es que sólo el dermatólogo podrá sacarle de dudas. Que la persona piense que el estrés puede ser, por ejemplo, la causa, no quiere decir que esta lo sea.
Por otra parte, en situaciones en las que hay problemas de salud mental, como una depresión o ansiedad, pueden achacarse síntomas de una patología de la piel a esta situación. Queda así una patología sin tratar, lo que causa sufrimiento innecesario al paciente.
Entonces, ¿debería acudir al dermatólogo?
En caso de duda, siempre hemos de consultar a un dermatólogo. Las enfermedades de la piel tienen síntomas muy diversos y, por eso, sólo un profesional experimentado podrá ofrecernos el consejo médico para tratarlos.
Si existe una enfermedad de fondo, este es el médico cualificado para tratarla. De tratarse de otro tipo de situación o causa, también podrá identificarla y referir al profesional de la salud adecuado.
En suma, si tienes un problema de la piel, conviene no centrarse en si es (o no) un caso de somatizaciones cutáneas. Lo más importante es tomar la iniciativa y contactar a tu dermatólogo de confianza.