Muchas personas quieren saber qué es la rosácea y cómo se trata.
No en vano, la rosácea afecta al 2% de la población europea. Su edad de presentación es por encima de los 30 años con una edad media entre 45 y 55 años.
Es más frecuente en mujeres (60-70 %, 2:1). Es una enfermedad inflamatoria progresiva, en la que existen unos factores intrínsecos o constitucionales iniciales que se agravan con factores extrínsecos.
¿Qué factores influyen en la rosácea?
La rosácea es una enfermedad tratable, pero no curable. Hay una serie de factores que influyen en ella.
Factores intrínsecos:
- Genéticos:
Suelen existir antecedentes familiares de la enfermedad, y es más frecuente en raza caucásica. Se cree que están implicados:
- Alteración de procesos oxidativos: se producen radicales libres debido a una mayor sensibilidad al estrés oxidativo por exposición a la luz UV.
- Disfunciones neuroinmunológicas (aumento de proteínas pro-inflamatorias) que afecta a descendientes de Europa del norte y origen celta.
- Disfunciones vasculares que favorecen la vasodilatación en todas las fases de la enfermedad.
- Inmunológicos: se ha propuesto un mecanismo autoinmunitario subyacente con una alteración que favorece la respuesta vascular (angiogénesis, vasodilatación y edema) y la inflamación local.
- Vasculares: el calor, alcohol y especias picantes producen un aumento de los receptores que producen ardor y prurito, aumentan el edema y la dilatación de los capilares.
Factores extrínsecos:
Ahora que ya sabemos qué es la rosácea, veamos otros factores que influyen.
Y es que existen factores externos que favorecen la respuesta inmunológica en la rosácea:
- Microorganismos.
- Estrés oxidativo.
- La radiación UVB, causa una respuesta de rubefacción (flushing) que empeora los síntomas, aumenta el estrés oxidativo la liberación de mediadores inflamatorios y proangiogénicos.
¿Cómo se manifiesta la rosácea?
- Características primarias: eritema transitorio (flushing), persistente, telangiectasias, pápulas, pústulas.
- Características secundarias: sensación de quemazón o escozor (sobre todo en región malar), piel seca y fina (sobre todo en la región centrofacial), manifestaciones oculares, edema y lesiones extrafaciales.
¿A qué se deben las agudizaciones o brotes?
Suele existir enrojecimiento facial en infancia o adolescencia que aumenta con el ejercicio, bebidas calientes o alcohólicas, comida picante, estrés, ejercicio, ducha, sauna, hogueras, irritantes químicos, viento fuerte o frio, cambios climáticos.
Inicialmente el eritema es transitorio y después es un eritema permanente, centrofacial, persistente y con edema y telangiectasias. Además existe un eritema inflamatorio o perilesional que acompaña a las lesiones papulopustulosas características del brote. Afecta la calidad de vida en el 70 % de los casos.
¿Cuál es el tratamiento de la rosácea?
El objetivo es restaurar la barrera cutánea, reducir síntomas y aumentar el resultado de los tratamientos. Los dermatólogos sabemos qué es y cómo se trata la rosácea, por eso partimos de estas nociones.
Como se ha indicado, es una enfermedad que puede manejarse pero no curarse de forma definitiva.
Cuidados generales básicos en la enfermedad
- Educación médica: entender la enfermedad y tener expectativas realistas.
- Evitar factores desencadenantes ambientales (luz solar, calor, alcohol, alimentos picantes y calientes, viento y frío) y estilos de vida desfavorables (estrés).
- El masaje facial puede favorecer el drenaje linfático y disminuir el edema.
Cosméticos y rosácea
- Hábitos de aseo/humectación correctos: evitar jabones y utilizar productos limpiadores tipo syndet o sin aclarado (agua micelar) o termales, a temperatura ambiente. Aplicar con las manos o toallitas de algodón, evitando esponjas o cepillos agresivos. Esperar 30 minutos después del lavado de cara, antes de aplicar el tratamiento tópico.
- Adecuada protección solar. Usar fotoprotector con filtros exclusivamente físicos (dióxido de titanio, óxido de zinc) o específicos para rosácea.
- Retirar todos los productos cosméticos faciales y emplear a lo sumo uno o dos con una fórmula sencilla (<10 componentes), libres de fragancias y conservantes y con emulsionantes tipo ceramida, que no dañen el estrato córneo.
- EVITAR:
- Productos que se puedan retIrar con agua (no waterproof).
- Exfoliantes, mascarillas, astringentes, abrasivos, dermoabrasiones y peelings.
- Cosméticos formulados en base alcohólica (lociones) o excesivamente grasos.
- Los siguientes ingredientes: acetona, alcohol, propilenglicol, AHA, tretinoina o retinaldehido, benzalconio, mentol, alcanfor, formaldehido, laurilsulfato, alcohol bencílico, urea, lanolina o fragancias.
- Si al aplicar un producto produce quemazón o incomodidad, retirarlo inmediatamente.
- Maquillaje en crema/polvo o líquidos con base en silicona, sombras en color tierra (para evitar cromo, cobalto o mercurio), lápiz en vez de delineador líquido y no usar laca de uñas.
- Secar la piel con papel a “toques”, evitando arrastrar con algodón.
- Aplicar hidratante varias veces al día (glicerina, petrolatum) si está en ambiente con aire caliente/refrigeración.
Tratamiento tópico de la rosácea
- Aprobados: actúan en eritema y lesiones inflamatorias, fundamentalmente el ácido azelaico, eritromicina, claritromicina y metronidazol.
- Ocasionales: actúan en el eritema, como los agonistas α-adrenorreceptores tópicos, como la Oximetazolina o el tartrato de brimonidina.
Tratamiento con fuentes de luz
Sobre todo para lesiones eritematotelangiectásicas, puesto que consigue:
- Eliminación de vasos dérmicos dilatados.
- Disminución de la sensibilidad cutánea.
- Restauración del tejido conectivo dérmico.
- Eliminación parcial de la flora del folículo piloso.
Se pueden utilizar varias fuentes de luz, fundamentalmente láser decolorante pulsado (PDL) y luz pulsada (IPL).
Tratamiento sistémico:
- Aprobado: doxiciclina a dosis sub-antimicrobiana, que actúa en eritema y lesiones inflamatorias.
- Uso frecuente: antibióticos que actúan en eritema y lesiones inflamatorias, como las otras tetraciclinas, macrólidos y metronidazol.
- Uso ocasional:
- Isotretinoína oral, eritemato-telangiectasica y papulo-pustulosa resistentes, con seborrea, rosácea fulminans y rosácea granulomatosa.
- Tratamientos para el flushing, como los betabloqueantes, rilmenidina (hipotensor simpaticolítico, 1 mg/día), aspirina o clonidina.
Si padeces rosácea y necesitas información o ayuda, no dudes en pedir cita con nuestros dermatólogos en Coruña.
Para ampliar información sobre qué es la rosácea y cómo se trata, recomendamos:
- Barona MS; Orozco B, Motta A, Meléndez E, Rojas RF, Pabón JG et al. Grupo Colombiano de Estudio de Acné y Rosácea. Rosácea: Actualización. Piel 2015; 30(8):485-502.
- García Bustínduy MC, García Fumero V. Rosácea: Impacto psicosocial. Piel 2016;31(2):96-105.