El artículo Reacciones cutáneas adversas frente al virus SARS-CoV-2 ha sido escrito por la Doctora Sabela Paradela de la Morena, Dermatóloga en Coruña en Clínica WS.
La búsqueda de una vacuna eficaz ha sido incesante desde el 31 de diciembre de 2019, cuando se notificaron los primeros casos de SARS-COV-2 en China.
Hasta el 4 de junio de 2021, COVID-NMA, una iniciativa internacional de investigación apoyada por la OMS que hace un seguimiento y revisión de los ensayos de SARS-CoV-2, había recopilado 256 ensayos de vacunas (https://covid-nma.com/vaccines/mapping/).
Reacciones cutáneas adversas frente al virus SARS-CoV-2
En los ensayos clínicos, las vacunas contra la infección COVID-19 se asociaron con efectos adversos cutáneos, especialmente reacciones locales en el lugar de la inyección.
El informe de farmacovigilancia de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) encontró que, de 14.290.507 dosis de vacunas administradas en España (70% BNT162b2/Pfizer-BioNTech, 24% AZD1222/AstraZeneca, 6% mRNA-1273), se habían notificado 1.468 acontecimientos adversos cutáneos no especificados (0,01%).
Los acontecimientos adversos cutáneos notificados en los ensayos clínicos y posteriores a la autorización incluyen reacciones locales en el lugar de la inyección y reacciones locales o generalizadas más allá del lugar de la inyección.
Las reacciones locales en el lugar de la inyección, tanto inmediatas como retardadas (4 días después de la vacunación), fueron la manifestación más frecuente.
Aparte de las reacciones anafilácticas, se han descrito reacciones cutáneas menos frecuentes como urticaria, erupción maculopapular o morbilliforme, erupción parecida a la pitiriasis rosada, lesiones parecidas a los sabañónes, reacciones de rellenos dérmicos facial, reactivación del virus de la varicela zoster (VZV), liquen plano, eritema multiforme y erupciones de hipersensibilidad inespecíficas.
Información científica publicada
Los patrones encontrados en los distintos estudios son heterogéneos y similares a los descritos en asociación con la infección por SARS-CoV-2. Por lo tanto, estas manifestaciones cutáneas podrían estar causadas por la respuesta inmunitaria del huésped a la infección, y no el daño viral directo. Sin embargo, no se puede descartar una reacción de hipersensibilidad retardada contra los excipientes de la vacuna.
Recientemente se publicó un estudio realizado por autores españoles (Muñoz-Santos y cols.), de las reacciones cutáneas en los 21 días posteriores a cualquier dosis de las vacunas aprobadas contra el virus SARS-CoV-2 en el momento del estudio.
En 3 meses se recogieron 405 reacciones tras la vacunación con las vacunas BNT162b2 (Pfizer-BioNTech, 40,2%), mRNA-1273 (Moderna, 36,3%) y AZD1222 (AstraZeneca, 23,5%). La edad media de los pacientes era de 50,7 años.
Las reacciones fueron más frecuentes en las mujeres (80,2%), lo cual puede reflejar una diferencia real o un sesgo de notificación, aunque se sabe que las mujeres tienen una mayor reactogenicidad a las vacunas y el 60% de las personas vacunadas en España eran mujeres. Por lo tanto, el sistema inmunitario de las mujeres puede ser más reactivo a las proteínas del SARS-CoV-2, lo que se traduciría en una menor susceptibilidad a la enfermedad y esa mayor incidencia de reacción a las vacunas.
Se describieron de seis patrones de reacción:
- Reacciones en el lugar de la inyección (COVID-ARM, 32,1%): Parches eritematosos o placas inflamadas en el lugar de la inyección, de los cuales el 53,8% fueron tardíos (4 días después de la vacunación). Es casi exclusiva de las mujeres (95,4%) y es el que más se asoció (64,6%) a síntomas sistémicos o generales (51,1%), siendo la fiebre baja/fiebre el síntoma más frecuente en este grupo (45,3%).
- Urticaria (14,6%): Habones o ronchas evanescentes, que suelen aparecer > 24 horas postvacunación (93,2%).
- Morbiliforme (8,9%): Erupción eritematosa y maculopapular que recuerda al sarampión, sobre todo generalizada y que afecta al tronco y a las extremidades.
- Papulovesicular (6,4%): Pequeñas pápulas/vesículas con eritema circundante, sin disposición herpetiforme.
- Pitiriasis rosada (4,9%) Placas eritematosas y escamosas de forma ovalada en una distribución de «árbol de Navidad» en el tronco.
- Purpúrica (4%): lesiones violáceas en la piel por extravasación de glóbulos rojos.
Las reactivaciones del VVZ y del virus del herpes simple representaron el 13,8% de las reacciones.
El patrón más precoz que apareció fue el morbiliforme (media de 4 días), el último fue la reactivación del VZV (media de 6,9 días) y el más duradero fue la pitiriasis rosada (media de 25,2 días).
El patrón más frecuente de aparición variaba significativamente según:
- El grupo de vacunas: COVID-ARM para Moderna (61,9%), la reactivación del VVZ para Pfizer-BioNTech (17,2%) y urticaria para AstraZeneca (21,1%). La mayoría de las reacciones a la vacuna Moderna se describieron en mujeres (90,5%), mientras que hubo más reacciones en los hombres con la vacuna de Pfizer (n=49, 30,1%)
- El sexo: reacciones en el lugar de la inyección en las mujeres (124/325, 38,1%) y reactivación del VZV en los hombres (16/80, 20%).
La gravedad de las reacciones se clasificó como: grado 1 o leve (erupción eritematosa local macular o papular sin síntomas sistémicos asociados); grado 2 o moderado (igual que el grado 1 más síntomas sistémicos); grado 3 o grave (erupción eritematosa generalizada macular o papular o vesicular); y grado 4 o muy grave (erupción eritrodérmica generalizada, exfoliativa, ulcerativa o ampollar). Ochenta reacciones (21%) se clasificaron como graves/muy graves y el 81% requirieron tratamiento.
Cuarenta y cinco pacientes (11,1%) habían sido diagnosticados de infección leve o asintomática por SARS-CoV-2. Siete (15,5%) tuvieron reacciones cutáneas tanto después de la infección como de la vacunación. No hubo diferencias significativas en la gravedad de las reacciones cutáneas entre este grupo y los pacientes sin infección previa por el SARS-CoV-2 (22,1% frente a 21% de reacciones graves/muy graves).
En otro estudio americano (McMahon y cols), observaron que el 43% de los pacientes con reacciones en la primera dosis experimentaron una recurrencia en la segunda dosis.
Se han notificado agrandamientos autolimitados de los ganglios linfáticos supraclaviculares que se han relacionado con la inyección en un lugar inadecuado, más alto de lo recomendado (2-3 dedos por debajo del acromion). Las reacciones anafilácticas han aparecido en un porcentaje mayor que con las vacunas habituales (4,2 casos por millón frente a 1 caso por millón), pero sin víctimas mortales y generalmente en pacientes con antecedentes de alergias.
Los pacientes con dermatitis atópica y con eczema deben ser tratados correctamente en el momento de la vacunación, pero ello no obliga a retrasar la vacunación y no tienen un mayor riesgo de reacciones alérgicas graves.
En conclusión, las reacciones cutáneas tras la vacunación contra el SARS-CoV-2 son heterogéneas. La mayoría son de leves a moderadas y autolimitadas, aunque se han notificado reacciones graves/muy graves. El conocimiento de estas reacciones durante la vacunación masiva puede ayudar a los profesionales sanitarios y tranquilizar a los pacientes.
Bibliografía:
1: Niebel D, Novak N, Wilhelmi J, Ziob J, Wilsmann-Theis D, Thomas Bieber T et al. Cutaneous Adverse Reactions to COVID-19 Vaccines: Insights from an Immuno-Dermatological Perspective. Vaccines (Basel) 2021 Sep; 9(9): 944.
2. Galván-Casas C, Català A, Muñoz-Santos C. Vacunas frente a SARS-CoV2 y piel. Actas Dermosifiliogr 2021; 112(9): 828–836.
3. Català A, Muñoz‐Santos C, Galván‐Casas C, Roncero Riesco M, Revilla Nebreda D, Solá‐Truyols A, et al. Cutaneous reactions after SARS‐COV‐2 vaccination: A cross‐sectional Spanish nationwide study of 405 cases. Br J Dermatol. 2021 (en línea)
4. McMahon D, Amerson E, Rosenbach M, Lipoff J, Moustafa D, Tyagi A et al. Cutaneous reactions reported after Moderna and Pfizer COVID-19 vaccination: A registry-based study of 414 cases. J Am Acad Dermatol 2021; 85(1): 46–55.